
Cuando hablamos de granzas recicladas, nos referimos a pequeñas piezas de plástico procesado que provienen del reciclaje de residuos plásticos postconsumo o postindustriales. Estas granzas son utilizadas como materia prima en nuevos procesos de fabricación industrial, y permiten sustituir parcialmente (o incluso completamente) el uso de plásticos vírgenes.
En esencia, la granza reciclada es el puente entre el residuo y el nuevo producto. En Green Global Polymers, este concepto es el eje de todo nuestro trabajo. Llevamos más de 30 años dándole nueva vida al plástico, transformando residuos en recursos útiles que reentran al ciclo productivo con la misma o mayor calidad.
En nuestra planta de recuperación en Ribarroja del Túria (Valencia), procesamos plásticos como PP, PEHD, PELD, PET, PVC y PS, que tras ser lavados, triturados y extruidos, se convierten en granzas de alta calidad. Estas granzas son luego utilizadas por fabricantes para producir nuevos bienes, desde envases hasta componentes técnicos, fomentando la economía circular en lugar del modelo tradicional de «usar y desechar».
De residuo a recurso, el poder de la transformación
Cada vez que un plástico llega a nuestra planta, empieza una nueva historia. No se trata simplemente de moler un material y volverlo a vender. Se trata de entender que ese plástico, que antes era residuo, ahora es un recurso de valor.
La transformación del plástico en granza implica un proceso complejo pero optimizado: selección, lavado, triturado, secado y extrusión. En Green Global Polymers trabajamos con tecnología propia para garantizar la trazabilidad y consistencia del material reciclado, ya sea en forma de plástico triturado o granza reciclada.
Gracias a nuestra experiencia, sabemos que cada tipo de plástico requiere un tratamiento específico. No es lo mismo procesar PET que PVC, y no todos los residuos sirven para todos los productos. Nuestra ventaja es conocer el comportamiento técnico de cada material y adaptar el proceso a las necesidades del cliente y a las exigencias del producto final.
Tipos de plásticos reciclados que se convierten en granza
Entre los plásticos más comúnmente reciclados para producir granza se encuentran:
- Polipropileno (PP): usado en automoción, envases, electrodomésticos.
- Polietileno de alta densidad (PEHD) y baja densidad (PELD): presente en bolsas, bidones, tuberías.
- Tereftalato de polietileno (PET): ideal para botellas y envases alimentarios.
- Policloruro de vinilo (PVC): fundamental en construcción, cableado, salud.
- Poliestireno (PS): utilizado en embalajes y electrodomésticos.
En nuestra experiencia, el PVC requiere un tratamiento especial. Es estable, resistente y tiene múltiples aplicaciones. Por eso lo procesamos de forma específica, garantizando su calidad para reutilización en sectores tan exigentes como la construcción o el sanitario.
Beneficios clave de usar granzas recicladas en la industria
Una de las razones más poderosas para optar por granza reciclada es el ahorro económico. El precio del plástico virgen suele estar vinculado a la volatilidad del petróleo. En cambio, los plásticos reciclados ofrecen mayor previsibilidad y, en muchos casos, una reducción significativa de costes, sin comprometer la calidad técnica.
Además, al utilizar granzas recicladas ya clasificadas y tratadas, se optimiza el rendimiento de la maquinaria y se reduce el consumo energético, algo que en industrias de producción continua supone un impacto directo en la rentabilidad.
Reducción del impacto ambiental y huella de carbono
Cada tonelada de plástico reciclado evita la emisión de cientos de kilos de CO₂. En Green Global Polymers, sabemos que cada gesto cuenta, y trabajar con materiales reciclados es uno de los más importantes.
El uso de granzas recicladas reduce la necesidad de extracción de recursos vírgenes, disminuye la presión sobre los vertederos y mares, y ayuda a cerrar el ciclo de vida del plástico, en lugar de perpetuar su uso desechable.
Mejora de la imagen corporativa y compromiso sostenible
Las marcas y empresas que incorporan materiales reciclados en sus procesos no solo hacen lo correcto ambientalmente, sino que ganan credibilidad ante clientes, inversores y reguladores. Cada vez más consumidores prefieren productos sostenibles, y las legislaciones (como el impuesto al plástico en España) también premian a quienes apuestan por materias primas recicladas.
Adoptar granza reciclada no es solo una decisión técnica, es una declaración de principios. Es decirle al mercado: “estamos comprometidos con el futuro”.



